Cuando nos lesionamos, nuestro cuerpo sigue necesitando energía, por eso es muy importante alimentarnos adecuadamente, sobretodo si lo que buscamos es volver pronto a las pistas. Pon atención a estos consejos y planifica tu recuperación comiendo lo que tu organismo requiere.
Una buena alimentación es necesaria para cualquier ser humano, sea deportista o no. Es la base para una buena salud y, por ende, una buena calidad de vida. Los nutrientes que aportan los alimentos son los que hacen posible que todos los procesos de nuestro organismo se lleven a cabo: la respiración, los latidos del corazón, los pensamientos, entre otras funciones vitales.
Cuando realizamos un deporte o alguna actividad física, estamos llevando nuestro organismo a situaciones “extremas”, generando, en respuesta, mecanismos adaptativos que tienen múltiples beneficios para el rendimiento y la salud.
Sin embargo, para que el organismo genere estas adaptaciones, se le debe proporcionar todo lo que necesite. Del mismo modo, para que el organismo se recupere después de una sesión deportiva y pueda seguir mejorando, una buena alimentación es fundamental, junto con el descanso e hidratación, entre otros factores.
El origen de una lesión pueden ser muchos factores, pero es muy probable que tenga relación con lo antes mencionado. Favorecer la recuperación del organismo es fundamental para poder exigirle más e ir mejorando el rendimiento tras cada sesión de entrenamiento.
Cuando nos lesionamos, por lo general, debemos dejar de realizar la actividad que estábamos haciendo, lo que genera mayor ansiedad y cierta angustia. Como nos movemos menos, se tiende enseguida a creer que debo bajar el consumo de energía diario, debido a que no estoy “gastando” la misma energía que antes. Pero recientes estudios demuestran que no sería tan así, debido a que el organismo, dependiendo del grado y tipo de lesión, está generando otro tipo de gasto de energía al favorecer la recuperación.
Las proteínas son uno de los nutrientes claves en el proceso de recuperación. Son el principal componente de nuestra masa muscular y sin ellas la recuperación no sería posible. Estas las podemos encontrar en los alimentos de origen animal como el pollo, pescado, huevo, carnes de vacuno y cerdo, y de origen vegetal como las legumbres, soya, frutos secos, semillas y algunos cereales integrales como la quínoa o el amaranto. Un buen consumo de estos alimentos se relaciona con una mejor recuperación por lo que siempre deben estar disponibles en tu alimentación diaria.
Los Omega 3 son otro de los alimentos relacionados con la recuperación. Estos ácidos grasos, presentes principalmente en los pescados y algunos frutos secos y semillas como las nueces y la chía, tienen un potente poder antiinflamatorio e inmunomodulador que se relaciona con la función del sistema inmune que también actúan ante la reparación de los tejidos dañados.
Las vitaminas y minerales no quedan fuera de este proceso, algunas con más protagonismo que otras, van a favorecer la reparación de los tejidos dañados y contrarrestar la inflamación, que es propia de un proceso de recuperación. Por lo que ya sabes, una alimentación variada y saludable es un requisito mínimo para tener una buena recuperación: un consumo constante de alimentos nutritivos que contengan proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales.
Ojo con el consumo de alimentos procesados, los cuales, por lo general, tienen un alto contenido de azúcares y grasas, y, al estar inactivos, solo vamos a favorecer el almacenamiento de toda esa energía como grasa en nuestro tejido adiposo.
Ya lo sabes, aliméntate bien y te recuperarás mejor y más rápido de tu lesión.
Francisca Paraud
Nutricionista
francisca.paraud@gmail.com